Las tradiciones no-cristianas
En el contexto espiritual que estamos considerando, la iniciación constituye como un “plus” en relación a lo que recibe la “multitud” de resto de seres, aportando con ella una gracia realmente suplementaria. A través de la bendición específica que la iniciación representa, confiere una especie de privilegio respecto a lo que es transmitido a la masa de fieles.
Mientras que estos últimos reciben el viático general que les permite completar su peregrinación terrestre de la mejor manera posible de acuerdo a su estado póstumo (en modo bíblico, diríamos que son admitidos en el recinto del Templo, incluso en el Santo), la iniciación se presenta entonces como la posibilidad de franquear un umbral, permitiendo la admisión en el Santo de los Santos; así pues y, como consecuencia, la recepción de la bendición reservada a unos pocos.
Así mismo, analizando la iniciación de acuerdo a ese “plus” a que nos referíamos hace poco, se traduce en un elemento de interioridad y acondicionamiento “suplementario” en el marco de la revelación espiritual considerada. Dicho de otro modo, se trata de una gracia (de una “influencia espiritual”) que aproxima hacia el Centro a aquel que la recibe, permitiéndole, abriéndolo en el sentido pleno del término, a otras posibilidades, a otros campos de realización espiritual en esta vida o en lo que se ha convenido en denominar los estados póstumos del ser.
En este contexto tradicional no-cristiano, estos estados pueden entonces diferir esencialmente, según el interesado sea iniciado, y por añadidura iniciado cumplido, o que “sólo” se beneficie (si se nos permite decirlo, ya que esto mismo es de por sí un testimonio eficaz e inconmensurable de la atención misericordiosa del Creador para con sus hijos), de la bendición general que “envuelve” al conjunto de miembros de la comunidad con vistas a un viático espiritual apto para ser alcanzado y cumplido por esta multitud, todavía no sensible al deseo de interioridad y de carácter absoluto “por el Reino de los Cielos”.
Acerca del Autor
Pascal Gambirasio d'Asseux
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