La semejanza divina, que era la participación del hombre en su estado de inocencia, es la meta del cristianismo.
"Si las lecciones que la Orden te dirige, para facilitarte el camino hacia la verdad y la felicidad, están profundamente grabadas en tu alma dócil y abiertas a las impresiones de la virtud; si las máximas saludables, que marcarán casi cada paso que des en la carrera masónica, se convierten en tus propios principios y en la regla inmutable de tus acciones; ¡oh, hermano mío, qué alegría para nosotros!
Cumplirás tu destino sublime, recuperarás esta semejanza divina, que fue el compartir al hombre en su estado de inocencia, que es la meta del cristianismo, y de la cual la iniciación masónica es su objeto principal.
Volverás a ser la criatura amada del Cielo: sus fructíferas bendiciones se detendrán sobre ti; y merecedores del glorioso título de sabios, siempre libres, felices y constantes, caminarás en esta tierra como el igual de reyes, el benefactor de los hombres, y el modelo de tus hermanos."
Palacio en Wilhelmsbad. situado en las afueras de la ciudad de Hanau, en Alemania Fuente: Wikipedia |
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