miércoles, 31 de julio de 2019

Las Virtudes según los Padres de La Iglesia

Masonería Cristiana
La Siete Virtudes
Grabado del Siglo XVI
Museo Britanico

Detalle del Grabado:

Las Siete Virtudes. Jesucristo con un estandarte en la imagen central; rodeado de siete roeles con escenas bíblicas que muestran las siete virtudes ("Fe" como sacrificio de Isaac [Génesis 22]; "Esperanza" como ejército de Holofernes [Judit 7]; "Caridad" como Cristo en la cruz [Lucas 32]); La "Justicia" como rey Salomón [1 Reyes 3]; la "Templanza" como Daniel que se niega a comer comida no kosher [Daniel 1]; la "Prudencia" como Rey Salomón con la Reina de Saba[1 Reyes 10]; la "Fortaleza" como Sansón que lleva las puertas de la ciudad [Jueces 16]:3]).

Titulado en la parte superior central y debajo de cada círculo: "Septem Virtvtes" y "Fides. / Gene.22" y "Spes / Iudi.7" y "Charitas / Luc.32" y "Ivstitia / 3 Reg.3" y "Temperantia / Daniel.1" y "Prvdentia / 3 Reg.10" y "Fortitvdo / Iudi.16".

Con letras y firmado en el margen inferior: "Sed non sicut delictum, .... / ... Iesu Christi en pluris abundavit. Traducción: (Pero no me gusta el delito .... / ... Jesucristo en más abundante). 



Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres;
 pero la mayor de ellas es la caridad.

1 Corintios 13:13
Biblia de Jerusalén

El hombre nuevo nace del viejo, porque la regeneración espiritual se inicia con el cambio de la vida terrestre y mundana” (CS 8,10).
San Agustín de Hipona

"Virtud" viene del latín virtutem, propiamente valor y valor físico, pues se relaciona con vir, el varón. ... En origen, efectivamente es un derivado de vir (hombre, guerrero) y se refiere al valor, que la sociedad tradicional consideró cualidad masculina por excelencia, y también al carácter distintivo del hombre.

La palabra virtud proviene del griego Areté y del latín Virtus que significa viril, fuerza de carácter, capacidad, aptitud, excelencia, dinamismo, arrojo bélico, valentía, cordialidad, perseverancia. Ser virtuoso se trata de habilidades que el hombre va adquiriendo con esfuerzo personal y añadiendo a su naturaleza que lo hace ser distinto de los demás. 

En el cristianismo tomó importancia su aspecto moral, como hábito de obrar bien. En la filosofía moderna, la virtud se siguió definiendo, en general, como la disposición de obrar conforme a la intención moral o como la fortaleza moral en el cumplimiento del deber según (Emmanuel Kant).


Virtudes Teologales
Fe, Esperanza y Caridad 

Es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que El nos ha dicho y revelado, porque El es la verdad misma. Es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo. Es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. 

En el Sacramento de el Bautismo (Iniciación Cristiana) Dios infunde en el alma, sin ningún merito nuestro las virtudes, que son disposiciones habituales y firmes para hacer el bien. Las virtudes infusas son teologales y morales. Las teologales tienen como objeto a Dios, las morales tienen como objeto los actos humanos buenos.

Si recurrimos al vocabulario de teología podemos afirmar que, el hombre perfecto, no es el que se esfuerza por ser tal, sino que el que busca a Dios para alcanzarlo; sigue el camino que Dios mismo trazó y que es el único por el que se puede desarrollar y realizar como persona e hijo de Dios; esta actitud fundamental se expresa por la formula andar con Dios. 

La virtud consiste en una viva relación con Dios, en una conformidad de sus palabras, en una obediencia a sus voluntades, en una orientación profunda y estable hacia Él; esta relación hace al hombre justo; esta fidelidad en seguir el camino del Señor es la virtud fundamental que Abraham deberá enseñar a sus hijos, y cuya práctica es la condición de la alianza. 

En el corazón se halla la raíz de la virtud. En él deben grabarse las palabras de Dios para que sean en él el principio de fidelidad amante que es el alma de toda virtud.

"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto ejercitaos.".
Filipenses 4:8
Biblia de Jerusalén

La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no solo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende al bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.


La Virtud en algunos Padres de la iglesia

En los escritos de los Santos Padres se denominaba a veces como virtud a los frutos del Espíritu Santo (caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad) y las obras bellas y buenas de los creyentes.

Les dan un puesto importante y ponen de relieve el carácter sobrenatural de la virtud propiamente cristiana

Clemente de Alejandría sitúa la virtud en el ámbito afectivo, pero guiada por la razón con miras al ordenamiento de la totalidad de la vida.

Orígenes, por su parte, dirá que son las “luminarias del mundo”. De Dios vienen y a él nos conducen.

Las virtudes morales o cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza), tomadas de la ética griega, son como los ejes y goznes – cardines – del comportamiento moral. 

Sin embargo, la vida cristiana presuponen la fe, la esperanza y la humildad, las cuales no son nada si no están inspiradas por la caridad

Decía San Agustín

Como la virtud es el camino que conduce a la vida feliz, yo diría que la virtud no es otra que un perfecto amor a Dios. Por lo que yo entiendo, si se divide en cuatro divisiones es para expresar varios efectos de un mismo amor. Por eso a estas cuatro virtudes que – ojalá su fuerza esté en las mentes como sus nombres en las bocas de todos – no dudo en definirlas de este modo.

 La Templanza es el amor que totalmente se entrega al objeto amado. La fortaleza es el amor que todo lo soporta por aquello que se ama. La justicia es el amor únicamente esclavo de su amado y que, por tanto, ejerce su señorío rectamente. 

La Prudencia es el amor que con sagacidad elige los medios de defensa contra todo impedimento. Pero este amor, hemos dicho, no es de un objeto cualquiera, sino de Dios, es decir, del sumo bien, suma sabiduría y suma concordia. Por eso, también se pueden definir diciendo que la templanza es el amor que se conserva íntegro e incorruptible para Dios.

La Fortaleza es el amor que todo lo tolera fácilmente por Dios; La justicia es el amor que sólo sirve a Dios y por eso domina todo lo demás que está sujeto al hombre; Y la prudencia es el amor que sabe discernir lo que ayuda a ir a Dios de aquello que puede alejar de Él. 

Por su parte, Tertuliano cuenta con un Tratado sobre la Paciencia. La Homilía de San Basilio contra la avaricia. San Isidoro de Sevilla, comienza su libro de las Sentencias dedicando sendos capítulos a las virtudes teologales y, poco antes de concluirlo, reserva otros cinco capítulos a reflexionar sobre las virtudes simuladas y la relación entre las virtudes y los vicios

En las Etimologías – Isidoro de Sevilla - atribuye a Sócrates el mérito de haber fundamentado la ética sobre las cuatro virtudes del alma: prudencia, justicia, fortaleza y templanza


…7 a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. 8 Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.…

2 Pedro 1:7-9
Biblia de Jerusalén


Regla Masónica
Preámbulo

¡Oh, tú, que acabas de iniciarte en las lecciones de la sabiduría! ¡Hijo de la virtud y de la amistad! ¡Presta oído atento a nuestras instrucciones, y que tu alma se abra a los nobles preceptos de la Verdad! Te enseñaremos el camino que lleva a la vida dichosa y feliz; te enseñaremos a complacer al Autor de tus días y a utilizar con energía y éxito todos los medios que la Providencia te ofrece para ser útil a los hombres y saborear los encantos de la beneficencia.

Aprobada en el transcurso del 
Convento de Wilhelmsbad de 1782


Masonería Cristiana
Fides, Fe:
 Grabado de Hans Sebald Beham,
1539


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