Sus miembros profesan la Religión Cristiana y llevan, allá donde se encuentren, su mensaje. Prestan sus juramentos y compromisos sobre el Prólogo del Evangelio de San Juan.
Su misión espiritual tiene por objetivo permitir al hombre reencontrar su verdadera naturaleza mediante una realización personal, primero masónica y luego caballeresca.
La iniciación masónica, en su doctrina, por el trabajo simbólico y por la práctica cotidiana de las virtudes, procura a quienes la reciben los medios para reencontrar en sí mismos su originaria dimensión como hijos de Dios.
La vía caballeresca hace de quienes la integran Caballeros de Cristo al servicio de los hombres para hacer reinar la justicia.